Declaración de la Federación de Rusia sobre la prevención de la guerra nuclear
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y una de las potencias nucleares, en virtud del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, la Federación de Rusia tiene una responsabilidad especial en el fortalecimiento de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica.
En su política de disuasión nuclear, Rusia se guía estricta y sistemáticamente por el postulado de la inadmisibilidad de una guerra nuclear, la que no puede tener vencedores y que nunca debe desencadenarse. Las directrices doctrinales de Rusia en este ámbito son muy claras, tienen un carácter puramente defensivo y no permiten ninguna interpretación amplia. La aplicación de las armas nucleares está hipotéticamente permitida por Rusia solo en respuesta a la agresión llevada a cabo con el uso de armas de destrucción masiva o armas convencionales, cuando la propia existencia del estado está amenazada.
Rusia parte de la constante relevancia de los acuerdos y entendimientos existentes en el ámbito de la reducción y limitación de las armas nucleares, la disminución de los riesgos estratégicos y la amenaza de incidentes y conflictos internacionales con peligro de escalada al nivel nuclear. Reafirmamos plenamente nuestro compromiso con la declaración conjunta de los líderes de los cinco Estados poseedores de armas nucleares sobre la prevención de la guerra nuclear y la evitación de una carrera armamentística del 3 de enero de 2022. Estamos firmemente convencidos de que, en la difícil y turbulenta situación actual, derivada de acciones irresponsables e imprudentes dirigidas a socavar nuestra seguridad nacional, la prevención de cualquier enfrentamiento militar entre las potencias nucleares se convierte en una cuestión de alta prioridad.
Instamos a los demás países miembros del P-5 a que demuestren en la práctica su voluntad de trabajar en esta tarea prioritaria y se opongan a sus peligrosos intentos de atentar contra los intereses vitales de los demás, poniéndose al borde de un conflicto armado directo y fomentando las provocaciones con armas de destrucción masiva, lo que podría llevar a las consecuencias catastróficas.
Rusia sigue abogando por la formación de una arquitectura de seguridad internacional renovada y más sostenible sobre la base de la previsibilidad y la estabilidad estratégica global, así como del respeto de los principios de igualdad, seguridad indivisible y consideración mutua de los intereses fundamentales de todas las partes.