Comentario de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en relación con la información sobre los planes de Kiev de organizar una provocación utilizando bomba sucia
La información alarmante, recibida de las fuentes confiables, de que el régimen de Kiev está preparando una provocación con el uso de un dispositivo explosivo lleno de sustancias radiactivas, la llamada bomba sucia, es el motivo de suma preocupación.
El propósito de esta provocación terrible es obvio, acusar a Rusia de usar armas de destrucción masiva. Las autoridades ucranianas y sus supervisores occidentales esperan que esto resulte en una amplia campaña antirrusa, socave la confianza de Moscú de sus socios y lleve al aislamiento de nuestro país en el ámbito internacional.
Según nuestros datos, la parte ucraniana ya ha empezado a implementar el plan previsto. En particular, se encomendó la tarea de fabricar tal bomba a la Planta de Minería y Enriquecimiento del Este, que se encuentra en la ciudad Zholtyie Vody, y al Instituto Nuclear en Kiev. No excluimos que algunos países occidentales, que según la información recibida, están negociando el suministro de componentes para la bomba sucia con Ucrania, le ayuden a alcanzar este objetivo. Según los datos que tiene Rusia, el régimen de Kiev planea realizar la detonación de este artefacto explosivo, disfrazándola como explosión indeseada de un arma nuclear rusa de poca potencia, en la que se utiliza uranio altamente enriquecido como carga.
En este contexto, nos gustaría recordar las declaraciones irresponsables de Vladímir Zelenski el pasado febrero en la Conferencia de Seguridad de Múnich sobre las reclamaciones de Kiev relativas a la posesión de las armas nucleares, lo que crearía riesgos reales para Rusia y para la seguridad internacional. En general, se trató de la posibilidad de revisar su condición de Estado no poseedor de armas nucleares, lo que significaría un intento de obtener armas nucleares en perjuicio del régimen del TNP. Teniendo en cuenta las recientes declaraciones de Kiev sobre la necesidad de que los países de la OTAN realicen «unos ataques nucleares preventivos» contra Rusia, esto es absolutamente inaceptable y completamente inadmisible. Además, anteriormente ya se difundían en el segmento ucraniano del Internet las llamadas a detonar una bomba sucia en Moscú. Incluso se mostraron las instrucciones para fabricar tal bomba.
Todo indica que la parte ucraniana está tratando de organizar una provocación similar a la de Bucha, cuando intentaron de acusarnos infundadamente de causar víctimas civiles. A pesar de nuestras repetidas peticiones, incluso al Secretario General de la ONU, para que nos proporcionen los datos de las víctimas y la información sobre las circunstancias de su muerte, todavía no hemos recibido ninguna respuesta.
Exigimos a las autoridades de Kiev y a los patrocinadores occidentales que las controlan, que dejen de adoptar medidas que llevan al mundo a una catástrofe militar y amenazan la vida de civiles inocentes. Es imprudente ignorar las advertencias de Rusia al respecto. Es peligroso llevar el caso a una escalada. Occidente no debe medir el ancho de la línea roja.